Su investigación está basada en estudios previos del gen BCL 3, que juega un importante papel en la
propagación de la enfermedad. Lo explica el doctor Richard Clarkson, de la
Universidad de Cardiff.
“Si un paciente viene a la clínica con metástasis, significa que el
primer tumor ha comenzado a migrar por el cuerpo. Ahora, habiendo identificado
al BCL 3 como un gen importante en este
proceso, nos hemos centrado en intentar inhibir este gen utilizando un agente
químico”.
Para lograrlo los investigadores han usado los
avances de la tecnología 3D. Con ella modelan proteínas alrededor del gen.
Cuando comienzan a interactuar, un medicamento interfiere en el proceso
frenando la propagación de células cancerígenas.
Los
primeros modelos han sido ya probados con éxito en el laboratorio y con ratones.
“La idea de esta nueva estrategia terapéutica es
que, en cuanto el paciente llegara al hospital se le diera algo como esto, ya
que frenaría el proceso de metástasis, esta migración por el cuerpo”.
Ha habido grandes avances en el tratamiento del
cáncer de pecho en las fases iniciales, pero también un vacío de medicamentos
para luchar contra la metástasis, que puede atacar años después del primer
diagnóstico.
Lo que busca este equipo de la Universidad de
Cardiff es una vida más larga y un mejor tratamiento para los afectados por
esta enfermedad.
De momento pasarán al menos dos años antes de que
sea probado en humanos.
Redactado por : Michelle Torres Gamarra