viernes, 12 de septiembre de 2014

Un nuevo análisis del estado de la capa de ozono ha determinado que este 'escudo natural' podría recuperarse a mediados de siglo si continúan las medidas de restricción de emisiones de los productos que la destruyen.
El estudio está avalado por la Organización Meteorológica Mundial (WMO) y por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). En la elaboración de la primera evaluación exhaustiva realizada en los últimos cuatro años, concluyendo que gracias a las medidas adoptadas por el "Protocolo de Montreal relativo a las Sustancias que agotan la capa de ozono", en vigencia desde 1989, se está cumpliendo el objetivo de recuperar los niveles de referencia de 1980.
El informe declara que, de no ser por este protocolo, los niveles de concentración atmosférica de gases dañinos podrían haber llegado a multiplicarse por diez antes de 2050. Sin embargo, todo parece indicar que el proceso se ha revertido.
El protocolo de Montreal habrá evitado dos millones de casos anuales de cáncer de piel en 2030
Las sustancias más nocivas son los gases clorofluorocarbonos y los halones. Estos productos se han usado en refrigeradores, atomizadores, espumas de aislamiento y equipos de extinción de incendios. En 1987, estas sustancias produjeron cerca de diez gigatones, aproximadamente siete veces el poder destructivo de las bombas que destruyeron Hiroshima y Nagasaki, de emisiones de dióxido de carbono. Teóricamente, en la actualidad esas emisiones han disminuido más de un 90%. En la práctica, se sabe que hubo reducciones generales de la capa de ozono en las décadas de los 80 y los 90, en los 2000 hubo un estancamiento y, actualmente, hay indicios de recuperación.
Según los cálculos del PNUMA, la aplicación del Protocolo de Montreal habrá evitado dos millones de casos anuales de cáncer de piel en 2030, además de impedir lesiones oculares, daños al sistema inmunológico humano, y de proteger la fauna, la flora y la agricultura. La suerte que pueda correr la capa de ozono depende de las concentraciones de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso
La eliminación de sustancias nocivas también ha tenido efectos secundarios beneficiosos para el clima mundial, ya que muchas de esas sustancias son también gases con potente efecto invernadero.

Sin embargo, el estudio también advierte que con el rápido aumento de ciertos sustitutos, que también son gases de potente efecto invernadero, podría perderse el terreno ganado. De hecho, los científicos alertan de que la suerte que pueda correr la capa de ozono en la segunda mitad del siglo XXI depende, sobre todo, de las concentraciones de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, los tres principales gases que permanecen en la atmósfera.

Noticia investigada por John León Cueva

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